Hoy es un día muy especial. Debe serlo, porque hacía mucho que no desempolvaba estas largas publicaciones mas que para leerlas de vez en mes. Hoy pues, es 7. Mi número favorito, perfecto, infinito, mágico, secreto, sencillo, y sincero.
¿Cómo te das cuenta de que necesitas algo, hasta que lo tienes en tus manos? La mente es muy poderosa y puede hacer maravillas, incluso hacerme creer que el tiempo y la distancia no valen nada para esta locura adolescente. La verdad es que importan mucho, las pisadas que están entre los dos y el segundero infinito del reloj. Importan, porque existen. Y existen, porque pensé en eso primero... ¿funciona así, verdad? Hay que pensar para que sea realidad, pero luego, toda la realidad es pensable... ¿es decir que mis ideas también son realidad? ¿Esos pensamientos y anhelos que tengo compartidos con otro ser humano, ya son verdaderos antes de que el tiempo siquiera me lo permita? Que loca que es la vida.
Y pues, locos estamos todos, unos de amor, otros de amor, algunos pocos de amor, y bueno, yo no ah. Yo estoy cuerda de amor. Cuerda porque no estoy ciega, ni sorda, ni muda, ni incapacitada para pensar... solo a veces distraída con una u otra falta de oxígeno (bah, pequeñeces). Estoy completamente segura de que lo que siento, se siente y de que lo que pienso, se piensa, porque sino estaríamos en un gran problema... sí lo siento, tengo un ojo cerrado y otro que se quiere contagiar. ¡No importa! Ah, pero hay algo que sí importa.... 7!!! Ese símbolo de la comunicación más complicada del planeta! Aquella que muta con los días y pasa de ser visual, a auditiva, a entender entre miradas, a escuchar en silencio, a sentir con los ojos cerrados, a esperar en compañía del universo entero. El lenguaje que a otros les rompería la cabeza porque rogarían entenderlo, y no lo harían. ¿De qué hablas? ay, pues, de eso, eso que no tiene nombre, eso que te llena el cuerpo y el alma y el corazón y el sistema nervioso central y periférico, eso eso que te hace sentir tan bien que olvidas que tus pies están pegados al suelo, eso que te hace (me hace) cantar y saltar y bailar en la mente... y a veces en este estudio que es mi segundo cuarto -con microclima y ventilación incluida-, eso eso eso tan lindo, tierno, espectacular, riquísimo, efímero y duradero, sensato y atrevido, dulce y agresivo que me enamora más cada segundo de mi simple existencia en el planeta Tierra.
Me parece más personal, amor mío, dejar de lado las redes sociales que usamos y regresar a mi diario virtual, para dedicarte de ves en mes unas cuantas letritas -que parecen pegadas con uhu- bonitas por un mes más de esta increíble experiencia, amistad, relación, enamoramiento, y todo lo que somos nosotros. Después de unas horas compartidas con mis sueños, más felicidad es imposible en este día... o noche. Es verdad que mis mejillas se tornan escarlata, mi pulso se acelera, las palabras se entrecruzan con mis dientes, lengua y boca, pero también es cierto que eres tú quien me enamora. Quien me ama y me protege, molesta y divierte, arrulla y consuela, comparte en amistad, ama incondicionalmente.
Siete es, entonces, el número elegido. Siete, 7, VII... pero 7 y nuestro al fin y al cabo. Del lenguaje ese de difícil comprensión, de aquel Sotte Lang, de SottLan... SL. Por eso, un aplauso mi amor! Por que bien podríamos haber quedado en nada ese 23 que nos dijimos casi todo, porque fácilmente podríamos haber desistido sin intentarlo siquiera, y porque ninguno es perfecto, pero como SottLan sí lo es, nos soportamos en nosotros mismos y hacemos de nuestra vida un lugar agradable donde existir. Feliz 7 lindo de mi vida, los 7 inunden nuestras existencias y siempre estén presentes (participativamente) en nuestro diario quehacer.
Feliz no estoy, mas bien eufórica; cansada, bastante; satisfecha, mucho; emocionada, como siempre, sí; enamorada: al 100% So then Mr, we have a sittuation...
Esta es para ti Ale; de vez en cuando se me da por escribir; y es también un presente para ti.
Enjoy... :)
SL sin pensarlo dos veces, por siempre, y para siempre, hasta lo que dure la eternidad...
