jueves, 20 de octubre de 2011

The reason

¿Por qué tantas canciones en inglés? Ni que fuera tu lengua materna.

Ya lo sé, pero a mi me gusta cantar y si lo hago en español no sería tan privado como en inglés. ¿Por qué? Porque las personas tardan más en entenderlo. He estado acostumbrada a escribir mensajes en inglés para decir lo que siento, y no en español por miedo a que muchas personas sepan de qué hablo. ¿Y de qué hablo? De ti pues, si no hay más que me mantenga despierta, aún cuando duermo.

Mi cuerpo, mi cerebro, incluso mi corazón se apaciguó ante la perspectiva de esperar, porque se negaban a aceptar que las cosas salieran diferente. La experiencia me hizo pensarlo dos veces, los años pusieron alerta a mi sistema nervioso, la distancia me hizo extrañarlo pero lo tomé como una oportunidad para olvidar, las nuevas sonrisas quisieron contagiarme, pero no lo consiguieron. Traté de encontrar a alguien como tú, porque ya no había esperanza en buscar a alguien más, pero igual no lo logré. Y sí, seguían las canciones en inglés. Me tomé el tiempo de perseguirte en sueños, de cantarle al viento para que te llevara mis palabras, de mirar al sol ponerse en el horizonte y comprender que mi corazón no le sonreía a quien tenía al teléfono, sino a quien había dejado en la ciudad. Y es que a mi me habían dejado primero, con la intención de que la tinta de tus besos se vaciara y un denso lacre llenara ese espacio... sin darme libertad. Pero no lo lograste.

Será que un instante fue suficiente para notarte entre la multitud, unos años para enamorarme, pero una vida entera para entender lo que sentimos. Los vacíos intencionados, las miradas cruzadas, las mejillas sonrosadas, los comentarios de terceros, la búsqueda de excusas para encontrarte.

El tiempo nos favoreció, reanudando la amistad y permitiendo que tus palabras fluyeran con las mías al son de la misma melodía. Entendí que mi ser había esperado tranquilo a que volvieras a la vida, a pesar de que los impulsos querían tomar el control. Supe que los mares nocturnos en la almohada habían sido tan sinceros que penetraron en la densidad de la irracionalidad para tenerte de vuelta. A pesar de que nunca te perdí, tus ojos, tus manos, tus labios volaron alto hasta perderse entre las nubes de lo extraño, y me dijeron con engaños que te habías ido para no volver. Tan solo poder mirarte a los ojos por un efímero segundo envió oxígeno a mi cerebro y puso en marcha mi corazón, porque sabía que volvías por una razón.

Las palabras que se quedaron atrás, los suspiros que no llegué a escuchar, las miradas que registré como párpados cerrados... todo regresó y estuvo a disposición de mis sentidos, para mostrarme la verdad.

Siguen las canciones en inglés, pero esta catarsis ya está en español, ¿lo ves? Lo cierto es que es más reflexiva, más sincera y más actual. Ya no encuentro sentido en temerle a lo que siento, a lo que se ha intensificado con el tiempo y con las vivencias, con cada chorro de sangre bombeado por mi corazón -y también el tuyo-. El castellano es ahora la forma más directa de metaforizar el mundo, de embellecer historias, de decir la verdad. No volví a buscar un individuo similar porque tenía el ejemplar original conmigo, no sentí necesidad en amargar el medio que nos sostiene por una simple cuestión de estar feliz de habernos encontrado, no volví a dudar de mis decisiones contigo, no me arrepentí de la tinta volcada en páginas marcadas de canciones y sentimiento, no me dio miedo de aceptar que eres la estrella que irradia vida a mis días, no encontré sentido en devolverte los tragos amargos, no volví a ocultarme en las páginas polvorosas de nuestros diálogos pasados, no regresé a mis malos hábitos, no busqué canciones en inglés para decirte indirectamente que te necesito. Pero algo que sí hice, darme cuenta de que te quiero.

Hablamos un lenguaje tonto, muy complicado por cierto, pero que es solo de los dos. Generamos luz, claridad, certeza, sinceridad, locura, pasión, sentimiento. Estamos al inicio del sendero que no tiene fin, y lo vamos a recorrer de la mano, con las tempestades del tiempo, las casualidades de la vida, los prejuicios del mundo, los límites sociales, y todo lo que crea que pueda vencer a estos dos, que juntos conquistan el mundo.

Ahora no hay frío que pueda sentir, no hay melodías insípidas, ni cielos encapotados y mucho menos tinta negra en el corazón. Solo siento calor en mis mejillas, sonrisas permanentes, brillo en los ojos, y un espejo que te refleja como igual. Ahora sé que tú eres tan diferente a mi, que nos parecemos. Uso el español para decirte al oído que no he omitido los otoños pasados, ni he olvidado mis anhelos, sino he sido encantada por la vida y el amor que ella me brinda. A ti te soñé el príncipe, por ti pedí ser la indicada, para ti construyo una locura incomprensible, a ti te pedía silenciosa que no tuvieras a alguien esperando, por ti esperé y esperaría una eternidad, por ti.

Si creíste que no tenía fallas ni resquebrajaduras, pues te equivocas, porque son incontables las veces que he enmendado mis errores. Mi incomprensión infantil me cegó de tantas cosas, que agradezco tener un poco más de juicio y no caer en los mismos agujeros. Aún si crees que tu vida fue la que cambio para bien, te debo decir que en la mía fue igual. Encontrar la razón esencial para vivir, para soñar, para ser feliz. Saber que verdaderamente hay alguien con los brazos abiertos para atraparte cuando tropieces. Respirar el mismo aire, y saber que es lo correcto.

Y por último, darme cuenta de que siempre tuve ese torrente de emociones dentro de mí, solo que no encontraba el momento apropiado. Somewhere only we know, porque es necesario, porque es nuestro, porque es SottLan.

No necesito un millón de palabras para decirte que te amo, aunque haya volcado este montón de letras. Solo te necesito a ti. Y ya te tengo.




SottLan