lunes, 15 de febrero de 2010

The moment I wake up (8)


La curiosidad me picaba (literalmente, y bastante)
por eso me daba vueltas para volver a dormir
y aunque veía tu rostro, era sólo una cortina delgada
que se movía de forma autónoma, y no me dejaba mirarte de verdad

Y... aburres ah. Me aburre tener que soñarte tanto
Con tantas ansias y tan desesperadamente
Me molesta que aclames de esa forma mi atención
y lo peor de todo, es que siempre la obtienes

Es agotador sentarse frente al computador,
malográndome las manos por el bendito mouse y estas teclas conocidas
y pensar, romperme la cabeza (bueno, exagero tal vez),
buscar qué palabra es la más adecuada, la mas perfecta
para que te describa imperfectamente, pues las palabras no te hacen justicia

Y con un "maybe this time... for the first time, love won't hurry away"
me doy cuenta de que yo estaba en lo cierto
Estoy en lo cierto, tú también.
Pero no me jacto en eso del aburrimiento

No sería tal el tedio si sobre tí supiese noticias
¿Aún respiras, ríes, y amas?

Y como la curiosidad aún pica (aunque digan que está mejor)
me pregunto si el primero del próximo mes
nos confrontaremos como hace un año
o pasará algo diferente

Lamentablemente sólo escribo de tí, porque no quiero hablarlo
decirlo ni nombrarlo.
Si lo hago es por obligación, pero es que el solo hecho de recordarte duele
Y bastante.

(No sería molesto si tus pensamientos pudiese descubrir.
No lo sería si supiese si aún me sientes.)

"So yeah, I basicly like you.
A LOT".


ugh, I suck.

martes, 2 de febrero de 2010

Una joven del siglo XVIII




(Propio, pero con agradecimientos a "Orgullo y Prejuicio")
Naturalmente que no, señor.
Lo considero en exceso orgulloso cual pavo real
regodeándose de adjetivos inexistentes en su persona
asumiendo que ninguna otra joven en este salón
es lo suficientemente bella para bailar con usted.

¿Qué, acaso se burla de mi razonamiento?
Un hombre como usted, de mucha alcurnia y bien pagado de si mismo
con más de cien mil libras al año, suficiente para ser dueño de Pemberly
debería saber lo que "caballerosidad" significa
Cómo tratar a una dama, aunque para usted sólo signifique perder el tiempo
con simples muchachas pueblerinas

No trate de contradecirme, señor.
Sé muy bien lo que piensa.
"Dejaré que hable hasta el cansancio, a ver si se calla de una vez"
Pues no. Bien sabrá usted sobre mi familia,
y también que soy la más obstinada de todas las mujeres.
No dejo pasar las cosas por alto.

¿Cree usted que puede dejarme así, porque sí?
Su orgullo le venda los ojos, lo priva del mundo real
Le diré qué es real. Yo. Yo soy real, señor
Yo. Y también otra cosa es real.
Le amo. Yo le amo.
¿Y aún así osa en irse? ¿Sigue pensando lo mismo?

Sé qué me dijo, aquella vez
me confió sus pensamientos, me declaró sus sentimientos
Sé además que fui yo quien le hizo dudar, pues me tomó por sorpresa.
Sí. Lo admito. Fue mi culpa, ¿y qué?
¿Acaso tuvo miedo? Por favor, señor, no me haga reír.

Ya lo dije. ¿No se cansa de su ego?
Déjelo a un lado y míreme. De verdad.
Yo le amo. Nunca fui víctima del veneno del amor,
ni de su gloria, pero parece que llegó el momento.

Sólo soy una joven, tengo 15 años,
sin más que ofrecerle que mi amor.
¿No creerá usted, señor, que una joven de mi edad estaría ya felizmente casada,
en su nuevo hogar, visitando a su madre de vez en cuando para contarle lo bien que le va;
una joven, de este siglo, vestida con sus mejores ropas y vestidos,
alardearía su anillo de matrimonio a sus vecinas y ex-pretendientes; una joven con mi posición económica y social, estaría desesperada por marido?
Déjeme decirle sólo una cosa. Yo no soy así.

Y espero que usted no haya estado buscando a una mujer con tales descripciones.
Sé que se enamoró de mí por como soy, y eso me halaga profundamente
y me entristece a la vez recordar de qué manera lo rechacé, señor.
Lo lamento, profundamente. Yo era tonta, y no entendía.

Señor, ya llegará mi padre, y creo que él exigirá de su persona
una explicación de por qué ahora llevo yo un diamante en el dedo del corazón.
Y mi madre, también. Aunque ella probablemente sólo se alegre por el significado.
Pues así señor, deje atrás su sufrimiento y su orgullo innecesario,
y yo dejaré atrás mis prejuicios sin sentido.

Le amo, fueron sus palabras en aquel entonces
y yo las repito como sentimiento propio.
Ahora, yo le pregunto, señor,
¿estaría dispuesto a concederme este baile?

Mr. Darcy: Naturalmente que sí, Mrs. Darcy

Y Elizabeth le sonrió con el corazón.