sábado, 24 de octubre de 2009

Ayer te vi

Ayer te vi
Divagando en la acera
te mirabas las manos
con la capucha puesta

Connotabas un corazón de piedra
Cómo aquel de los cuentos de hadas
Denotabas una lágrima de cera
Como en la vida real

Dibujaste en la niebla
el pomo dorado
de una puerta trasera

... y le diste vuelta

Poco a poco, cabizbaja
cerraste los ojos
lo buscabas a tientas

Un paso en falso
un error
uno tras otro
... y se ocultó el sol

Volviste sobre tus pasos
ya desanimada
con los brazos cortados
con las uñas destrozadas

Déjalo ir, te digo
Déjalo ir, te repito.


(N.M)

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